A diferencia de la tradición judeocristiana, en el hinduismo la mujer no es creada de una parte del hombre, sino que el absoluto se dividiría en dos, formando lo que los griegos llamaría MONADA y lo que los chinos llaman TAO, una dualidad manifestada en dos polos; por ejemplo en el hombre: el sexo masculino y el femenino. Es por esta razón que las deidades aparecen en parejas, lo que muestra su dualidad, por ejemplo Visnú y Laksmi; Shiva y Pravati.
Las mujeres ocupan una posición secundaria en la familia y en la sociedad. Una vez privadas de la infancia, y lanzadas a la edad adulta de forma brutal, las mujeres realizan las tareas más duras y que presentan mayor riesgo para la salud; las responsabilidades de la reproducción, la división sexual del trabajo; la escasez de educación y capacitación, dificultan el acceso al trabajo asalariado de las mujeres restringiendo sus posibilidades de trabajo al mercado informal, en condiciones de inferioridad, a la prostitución, y al resto de trabajos que la sociedad no quiere asumir.